lunes, 9 de agosto de 2010

John's life (parte III)


Lennon empesó a estudiar en el instituo de arte de Liverpool. Allí conoció a Cynthia Powell. Ella en su libro "John" cuenta que la primera impresión de él fue: " un chico con aspecto de teddy-boy entró desgarbadamente en el aula, con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo, y con un halo desafiante y desganado. Se sentó en un pupitre vacío detrás del mío, me tocó en la espalda y, poniendo cara de tonto, me dijo: 'Hola, soy John'." Se conocieron en clase de rotulación, pero John no había elegido esa materia se la dieron porque la mayoría de los otros profesores habían rechazado tenerlo en su clase.

Cynthia estaba comprometida pero la actitud de rebeldía de Lennon, la atraía demasiado.

Una vez ambos se encontraron en una fiesta y Cynthia se decepcionó porque él casi ni la había mirado, pero cuando ella salió de la fiesta para volverse a su casa John la agarró y le dio un "largo, apasionado e irresistible beso".

Desde ese momento ambos se volvieron inseparables.

Cynthia pasaba tanto tiempo con John que por ende también pasaba mucho tiempo con sus amigos, como por ejemplo Paul McCartney, George Harrison y Stuart Stucliffe. Stuart era un artista nato y John le enseñó a tocar la guitarra, asique Cynthia presenciaba muchos ensayos de guitarristas.


Cynthia también en su libro no solo cuenta la fantástica historia de John Lennon sino que también cuenta lo peor de este hombre.

Una vez, estaban en una fiesta y Lennon se volvió loco cuando alguien le contó que Cynthia estaba bailando con Stuart y ella cuando vio como él los miraba fue y lo tranquilisó diciendole que era él a quien ella amaba, el pareció tomarlo bien. Pero luego Cynthia cuenta que: "al día siguiente, en el instituto, me siguió hasta los baños de chicas en el sótano. Cuando salí, él estaba esperando, con una mirada sombría en su rostro. Antes de que pudiera hablar, levantó su brazo y me pegó en la cara, haciendo que mi cabeza golpeara en las tuberías que estaban en la pared detrás de mí. Se marchó sin decir una palabra (...)".


Cuando leí esto, empecé a no querer tanto a Lennon como siempre lo quise, ya que es un gran ídolo para mi. Pero con el tiempo me dí cuenta de que es H U M A N O, no un dios como pensaba y todos cometemos errores y volví a quererlo.